-Pepa, baja a ver si tenemos correspondencia.
-¿Y por qué no bajas tú?
-¿Yo? Mira, mírame bien, ¿no ves nada raro?
-No.
-¿Cómo qué no? Mira qué pintas tengo: el pelo enmarañao, se me ha corrido el lápiz de ojos, apenas tengo sombra, el antiojeras brilla por su ausencia, los labios resecos, la…
-Para ya, mujer; tampoco es el fin del mundo.
-¿Cómo qué no?
-Pues como que no, que el mundo no se va a paralizar porque estés un día con la cara lavada.
-¿Cara lavada?, Esto no es una cara lavada, esto es un poema de mal gusto. Y eso de que el mundo no se paraliza… Ja, que te crees tú eso, pregúntales a las palacios.
-¿Las palacios?
-Sí, mujer, las hermanas esas del gran hermano; las han dejado sin maquillaje y están que vamos…, si yo fuera ellas, ya me hubiera ido de la casa; ¿pero cómo se les ocurre castigarlas de esa manera? Claro, como ellos no se maquillan… ¡Qué poca humanidad tienen! ¿No crees?
-¿?... Creo que mejor voy a ver si hay correo.
-¿Y por qué no bajas tú?
-¿Yo? Mira, mírame bien, ¿no ves nada raro?
-No.
-¿Cómo qué no? Mira qué pintas tengo: el pelo enmarañao, se me ha corrido el lápiz de ojos, apenas tengo sombra, el antiojeras brilla por su ausencia, los labios resecos, la…
-Para ya, mujer; tampoco es el fin del mundo.
-¿Cómo qué no?
-Pues como que no, que el mundo no se va a paralizar porque estés un día con la cara lavada.
-¿Cara lavada?, Esto no es una cara lavada, esto es un poema de mal gusto. Y eso de que el mundo no se paraliza… Ja, que te crees tú eso, pregúntales a las palacios.
-¿Las palacios?
-Sí, mujer, las hermanas esas del gran hermano; las han dejado sin maquillaje y están que vamos…, si yo fuera ellas, ya me hubiera ido de la casa; ¿pero cómo se les ocurre castigarlas de esa manera? Claro, como ellos no se maquillan… ¡Qué poca humanidad tienen! ¿No crees?
-¿?... Creo que mejor voy a ver si hay correo.